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EL AUTOR

Norman Foster nace en Manchester, Gran Bretaña. Estudió Arquitectura y Urbanismo y recibió el Premio Pritzker en 1999.

EL PROYECTO

Elegancia y flexibilidad

​Foster personifica la elegancia del Hi-tech.  Aquí juega con las formas y los materiales para expresar lujo y sensualidad pero, sobre todo, para conseguir que el cliente desconecte del entorno de una gran ciudad como es Madrid, creando un  “perfecto santuario urbano”. 
 
Una escultura del artista chino, Zhan Wang, recibe al huésped en el hall, cuyas paredes están revestidas de cuero en color blanco roto. Las paredes del pasillo también destacan, ya que en algunos puntos se asemejan a unas gigantescas linternas de vidrio translúcido retroiluminado, que refuerzan la sensación de un espacio muy dinámico. Estas paredes son, precisamente, el eje del proyecto porque penetran en la habitación, haciendo las veces de pared de ducha.
 
Foster huye de lo recargado. en el caso de las habitaciones, elige el cuero, en distintas texturas y colores. De hecho, el cabecero de la cama es de piel marrón; enfrente, la pared esconde la televisión y otros servicios donde ha optado por el cuerpo blanco, consiguiendo una sensación de calidez y privacidad, que se ve reforzada por el piso de madera de roble.
 
Una amplia repisa de ónix retroiluminado, que también actúa abarca el lavabo en el baño, se extiende por el espacio de pared a pared. En el dormitorio, se transforma en el escritorio, uniendo así con elegancia el baño y la zona para dormir.